La guarapachanga, fiesta de cubanía en Pinar del Río

Sí, la guarapachanga se puede bailar, la guarapachanga se puede gozar. Por eso en Pinar del Río corre el son por los rincones de una ciudad centenaria que tributa al talento con sus mejores exponentes.

A partir del próximo miércoles 11 de abril y hasta el domingo 15 sesionará la tercera edición del festival La Guarapachanga en nuestra ciudad.

Desde hace tres años el encuentro alcanzó un nuevo sentido para convertirse en una fiesta multitudinaria que convoca a los amantes de la cultura cubana a disfrutar de lo más autóctono de Vueltabajo.

Para profundizar en sus inicios y las características de este evento que entremezcla cultura, identidad y buen ritmo, Guerrillero conversó con Miriela Mijares, presidenta de la filial de música de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac).

“El festival surge por necesidad. La filial de música era la única que no tenía un evento de ninguna índole y tras el último congreso de la Uneac comenzamos a pensar en varias opciones. Lo primero fue concebir su esencia. En el territorio ya existían concursos de música infantil con una historia grande e importante. No queríamos repetir, hasta que tuvimos la idea de un festival, pues la música tiene posibilidades ilimitadas de hacer una fiesta para el pueblo.
 
“Pensamos en sus comienzos que iba a ser más pequeño, como todas las cosas que nacen, pero tuvo la particularidad que desde la primera edición, no supimos de qué manera, se convirtió en algo más grande de lo que consideramos podía ser. Entró por una puerta y nos superó a todos. De repente teníamos algo que nos sobrepasaba en ideas y expectativas”.

¿Qué distingue a este evento de otros a lo largo del país?

“Hay festivales en Cuba  que poseen una historia grande e importante en el panorama cultural. Ellos están dedicados a una música u otra, pero las características del nuestro es que está dirigido a la música pinareña de todos los tiempos, sin distinción de géneros o estilos, porque hay un gran cúmulo de obras e historia musicales nacidas en esta provincia, por ello las quisimos reconocer.

“En la primera edición contamos con la participación de Mery Córdova, doctora en Musicología. Al ver lo que estaba aconteciendo nos dijo que parecía un festival viejo y lo catalogó como una fiesta de la música cubana. Lo que comentó nos gustó, nos comprometió y que salga así es un reto tremendo para quienes lo organizamos, porque lo mínimo que podemos hacer es mantener su estándar de calidad o superarla, no tenemos otra opción y creo que lo hemos conseguido hasta ahora.

“Este año definimos como eslogan de La Guarapachanga, fiesta de la música cubana, lo dijo alguien que sabe mucho, acostumbrada a ver eventos de esta naturaleza, por ello lo mantendremos para la posteridad”.

¿Cómo ha evolucionado hasta llegara a esta edición?

“En la primera edición rendimos tributo al tres como instrumento y a las personalidades Miguelito Cuní y Andrés Callava (El niño Rivera), considerado uno de los mejores treseros del país de todos los tiempos.  

“Siempre hacemos una noche de reconocimiento para resaltar la labor de un artista pinareño, y en consonancia con el tema que estamos tratando, exaltar su obra de toda la vida. En la primera edición reconocimos a Francisco León Rivera, director de Pinar Son.
 
“En el segundo año dedicamos el programa por completo al centenario de Miguelito Cuní, el cual será una figura permanente, siempre se hablará de él y se escucharán sus canciones. Como invitados de lujo tuvimos a Miguel Cuní hijo con su familia.

“Este año la fiesta está dedicada a la rumba y al punto cubano, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, y se hará un homenaje a Obban Yoko y al conjunto Cuyaguateje. También por primera vez resaltaremos la labor de proyectos socioculturales, principalmente el aporte de Tambor Yuca y Laud y guayabera”.

La presencia de conocidos músicos como invitados especiales es una condición de este encuentro. ¿Quiénes asistirán en esta ocasión?

“Contaremos con la presencia de Yanni Quiñones, tresera del grupo de Arsenio Rodríguez, Sonia Pérez Casola y Pancho Amat.

“Dentro de los invitados estará también Barbarito Torres con su grupo Todos estrellas, del que van a participar como vocalistas Will Campa y Yumurí; además las musicólogas Mery González y Sonia Pérez Cazola, El cabildo del son Pancho Amat, y varios músicos internacionales que han ido confirmando su presencia”.

¿Qué distingue esta nueva convocatoria de las anteriores?

“Por vez primera tendremos varios escenarios. La noche de homenaje se realizará en el Museo de Historia, por su amplitud; las noches caracterizadas serán en La Sitiera, las descargas íntimas en Luces de ciudad, y las presentaciones se realizarán en un estrado ubicado en la calle Antonio Rubio (Yagruma)”.

¿Cómo influye este espacio en la formación de los nuevos artistas?

“Hay una tónica que creo que se está intencionado en casi todo el país, que es darle protagonismo a la enseñanza Artística. En todas nuestras ediciones hemos tenido presencia de estudiantes de las escuelas de arte.

“Hasta hace poco los niños y jóvenes de esos centros no estudiaban tres o laúd, y su incorporación a los planes de estudio fue una decisión que terminó por completar la integralidad de nuestros estudiantes, haciéndolos beber de lo más genuino, por eso queremos tenerlos en esta vertiente.

“Los niños encuentran junto a nosotros la oportunidad de vincularse  a las actividades, demostrar y pulir sus aprendizajes. Sucedía que tenían muchos años de estudio en instrumentos como el violín o el piano, pero con una inexperiencia tal que tardaban en ocasiones hasta cinco años en decir que podían tocar un instrumento.

“Los estudiantes no solo acuden a un encuentro teórico o a darle la mano y tirarse una fotografía con Barbarito Torres o Frank Fernández, sino que además pueden presenciar las presentaciones de las grandes figuras, afrontan la realidad de lo que ellos van a enfrentar en un futuro, saben cuan nervioso se pone un artista y que ese estado nunca se pierde, de lo difícil que puede ser conseguir un aplauso y lo importante que es lograrlo.

Pierden el amarre de la primera vez. Estamos dándoles la posibilidad de que conozcan qué se siente ser artista, incluso, antes de que lo sean, para que vayan puliendo sus conocimientos y estilos. Ese es el aporte para quienes vienen pisándonos los talones, para que todavía la música pinareña sobrepase todo lo que existe hoy y sea mejor”.

Tomado del Periódico Guerrillero

Por Loraine Morales Pino

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