Su Majestad el Tres
Recién finaliza el evento musical La Guarapachanga.
Espacios teóricos y de interpretación musical estuvieron amenizando cada una de las jornadas en las que se les rindió merecido homenaje a dos de los grandes de la música cubana de alcance universal: Miguelito Cuní y El Niño Rivera. Con ellos también tuvo reconocimiento especial el excelente trovador Aldo del Río. Además como punto de referencia con un concurso de interpretación estuvo como instrumento el tres.
Agrupaciones musicales como Ases del Ritmo, Pinar son y otras departieron como anfitrionas con El Cabildo del son, grupo musical de excelencia dirigido por otro de los gigantes de la música cubana y fiel defensor de su huella tradicional, el tresero Pancho Amat, músico, director, orquestador y profesor de la Escuela Nacional de Música, pero sobre todo un excelente ser humano que ha dedicado toda una vida profesional y humanista a ese instrumento imprescindible dentro de las cuerdas musicales para marcar pautas en lo selecto y lo popular de nuestros ritmos en los que cada una de sus modalidades siempre converge con la cubanía.
Pinar del Río, que busca desde años ha eventos que identifiquen nuestro patrimonio cultural en su vitral artístico y de creación, ha plantado un nuevo árbol.
Estas actividades en las que sus espacios teóricos tuvieron enfoques muy prácticos y laudatorios, así como los momentos de interpretación musical, coincido con las palabras de su gestora principal, Miriela Mijares, quien con toda razón expresó que este evento vino para quedarse y su luz volverá a los escenarios pinareños con todo el alcance y proyección que merece esta región vueltabajera que tiene tanto de historia y talento en sus expresiones artísticas y donde la música ocupa un privilegiado lugar.
El patio del Museo Provincial acogió las expectativas de un numeroso público que disfrutó la gala final del evento con Pancho Amat y su Cabildo del son. Tuve la alegría de ver enaltecido, con aquellos músicos imprescindibles en el patrimonio nacional, el tres, instrumento musical de raíces tan profundas y de acendrada popularidad no solo para el son y los demás ritmos, sino para la oralidad en su expresión repentista con la décima, nuestra estrofa nacional. De manera que nos hubiera gustado un mayor acercamiento a la interpretación de los repentistas en su acompañamiento.
De los tres concursantes en la ejecución musical del tres recibieron premios dos y se otorgó una mención.
El amigo Rey y su grupo de estudiantes del tres nos ofrecieron un loable ejercicio de interpretación, que nos vaticina un apreciable porvenir en estos empeños.
Enhorabuena este intento hacia lo alto con la sencillez de lo cotidiano y las esperanzas de lo sublime, lo trascendental, lo que afiance y perdure.
La Casa de la Décima Celestino García de Pinar del Río y su Centro de Documentación desempolvan los archivos decimísticos y se suman a este evento con la voz de sus poetas y el natural elogio al tres, compañero inseparable de los cultores vocales de la estrofa mágica.
Un amigo de nuestro Ranchón, el poeta Waldo Leyva, encabeza los textos en los que, todo el resto, pertenece a esta bella tierra redescubierta por Cirilo Villaverde y musicalizada por Rafael López.
Sea este plegable que adjuntamos nuestro aporte a La Guarapachanga.
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